el secadero natural

La fusión del saber hacer y la magia de un entorno único

Elaboramos nuestros ibéricos en un secadero natural con solera, arropado por la presencia majestuosa de encinas centenarias, siguiendo un proceso artesanal que se distingue por el mimo y ausencia de prisas.

Un secadero artificial puede ubicarse en cualquier zona industrial del mundo, empleando tecnologías de control de frío y humedad que aceleran el proceso de curación teniendo como resultado un producto estandarizado.

Sin embargo, nuestro secadero natural solo puede estar situado en zonas de frío estacional y baja humedad, requiriendo la destreza de un Maestro Jamonero. Este oficio, es un arte heredado y perfeccionado a lo largo de generaciones, que comprende los secretos y la complejidad de la curación del jamón ibérico, su relación con el clima de las distintas estaciones del año, respetando su proceso natural, y con atención meticulosa a cada detalle.

La combinación de una materia prima excepcional, la ubicación privilegiada del secadero de La Embajada y la habilidad del Maestro Jamonero, otorgan al jamón ibérico de La Embajada las cualidades organolépticas más apreciadas por los paladares más exigentes

el secadero natural

La fusión del saber hacer y la magia de un entorno único

Elaboramos nuestros ibéricos en un secadero natural con solera, arropado por la presencia majestuosa de encinas centenarias, siguiendo un proceso artesanal que se distingue por el mimo y ausencia de prisas.

Un secadero artificial puede ubicarse en cualquier zona industrial del mundo, empleando tecnologías de control de frío y humedad que aceleran el proceso de curación teniendo como resultado un producto estandarizado.

Sin embargo, nuestro secadero natural solo puede estar situado en zonas de frío estacional y baja humedad, requiriendo la destreza de un Maestro Jamonero. Este oficio, es un arte heredado y perfeccionado a lo largo de generaciones, que comprende los secretos y la complejidad de la curación del jamón ibérico, su relación con el clima de las distintas estaciones del año, respetando su proceso natural, y con atención meticulosa a cada detalle.

La combinación de una materia prima excepcional, la ubicación privilegiada del secadero de La Embajada y la habilidad del Maestro Jamonero, otorgan al jamón ibérico de La Embajada las cualidades organolépticas más apreciadas por los paladares más exigentes.
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